Si no puedes dormir, no es porque tu cuerpo no quiera, es porque tu mente no lo deja.
La ansiedad y el cortisol alto mantienen tu cerebro en modo alerta, impidiendo la producción de melatonina. Si al acostarte sigues pensando en problemas, tu cuerpo cree que está en peligro y no se relaja.
Apaga tu mente antes de apagar la luz. Prueba meditación o respiración profunda antes de dormir.
Salud justa en todos los sentidos. Comunidad y justicia