Aunque no mires la hora… tu cuerpo sí lo hace. Y todo gracias a un pequeño núcleo en el cerebro.
El núcleo supraquiasmático detecta la luz que entra por tus ojos y ajusta tus ciclos biológicos.
Sincroniza todo: sueño, hormonas, hambre y energía.
Y si viajas, él es el que sufre el jet lag… no tú.
Etiqueta a ese amigo que nunca duerme a la misma hora. ¡Su NSQ está pidiendo ayuda!
Salud justa en todos los sentidos. Comunidad y justicia