Si te ves más cansado o con la piel apagada, el problema puede ser el estrés.
El estrés crónico aumenta el cortisol, que destruye el colágeno y la elastina.
Provoca inflamación y deshidratación, haciendo que la piel luzca opaca y sin vida.
Puede agravar problemas como acné, rosácea y dermatitis.
Cómo proteger tu piel del estrés:
Duerme bien para reparar la barrera cutánea.
Hidrátate y consume alimentos ricos en antioxidantes.
Practica técnicas de relajación para reducir el cortisol.
Usa protector solar (el estrés hace que tu piel sea más sensible al daño solar).
Si notas que el estrés está afectando tu piel, comenta ‘PIEL’ y te paso más consejos.
Salud justa en todos los sentidos. Comunidad y justicia