No es un error.
No es un castigo.
Es la huella de miles de años de supervivencia.
Tus ancestros luchaban cada día.
Hambre. Frío. Peligro.
Y tu cuerpo aprendió la lección: GUARDA ENERGÍA... O MUERE.
Por eso la grasa se almacena cerca de tus órganos vitales. Intestinos, hígado, riñones, páncreas.
Porque ahí... cada segundo cuenta.
Hoy no corres detrás de mamuts.
Hoy corres detrás de notificaciones.
Pero tu cuerpo sigue pensando... que la próxima hambruna podría llegar en cualquier momento.
Según estudios en Nature y el Journal of Clinical Investigation, tu grasa visceral es un banco de emergencia, diseñado para salvarte cuando todo falla.
El problema no es tu cuerpo.
El problema es que ya no vivimos como antes,
Biológicamente la vida moderna no es correcta,
pero seguimos programados como guerreros, aprovéchalo!!.
Tú no estás roto.
Tú eres una máquina de resistencia.
Un milagro de evolución.
Así que no te odies.
No te rindas.
Muévete.
Fortalécete.
Respétate.
Honra el legado que llevas en cada célula.
Porque tú no eres débil.
Tú eres el resultado de miles de batallas ganadas.
Y ahora… es tu turno.
Salud justa en todos los sentidos, Comunidad y justicia.